PETRA NACIÓ EN CANICOSA EL 29 DE ABRIL DE 1916
Canicosa celebró el centenario de Petra San Esteban, la pinariega que emigró a Argentina, y regresó, tras casi medio siglo a su pueblo natal
pinaresnoticias.com | 04 de Mayo de 2016 (09:24 h.)
El sábado, día 30, se celebró en Canicosa el centenario de una de sus vecinas. A la cita acudieron familiares desde distintos puntos de España, y del extranjero, y representantes del ayuntamiento.
Hija del Tío Matorro –Doroteo San Esteban- y de Tiburcia Marcos, Petra nació en Canicosa el 29 de abril de 1916. Con apenas quince años, la que sería la mayor de diez hermanos embarcó para la Argentina bajo el auspicio de Damiana, hermana de su madre, ya emigrada. En Buenos Aires casó con un taxista originario del Este europeo, con el que no tuvo descendencia. Allí regentó durante años un puesto de prensa junto al estadio del River Plate, donde tuvo ocasión de verse con el mismísimo Maradona. Enviudada y jubilada retornó a Canicosa en 1978, y aquí ha residido desde entonces en las casas de sus dos hermanas en la villa.
La jornada festiva comenzó con un pasacalles que condujo a la “Matorrada” hasta la casa en la que actualmente reside. Ante su puerta se entonaron a coro “Las Mañanitas” y su aparición, de perfecta imagen para la ocasión, se convirtió en uno de los momentos más emotivos, junto a la visita a la Residencia de Ancianos en la que habita su hermana Juana, próxima a los 99 años. Los residentes disfrutaron de la interpretación de la Jota de Revenga, entre otras.
Siguió la celebración de una misa familiar en la que todos participaron. Y para acabar, se cantó a la virgen del Carrascal y se ofreció a Petra un tango, especialmente escrito con su nombre. Una vez en el salón del Ayuntamiento, alcalde y concejales ofrecieron a la centenaria una placa de la Diputación de Burgos, con una carta de su presidente en la que disculpaba su ausencia, un colorido ramo de flores y unas palabras del propio alcalde, Ramiro Ibáñez. Al acto siguió un video musical en el que se repasaba el álbum fotográfico de Petra rememorando sus planos más emotivos
Al acabar la comida, y después de recibir un cuadro conmemorativo, Petra cumplió con su deseo y bailó entre los brazos de sus sobrinos el tango que la recordará siempre. Y siguió, entre estoica y divertida, los coros y bailes que brotaron al son de acordeón y guitarra durante toda la tarde. Como despedida, Petra desfiló a lo largo de un pasillo de arcos formados por las manos de familiares y allegados, repartiendo y recibiendo besos a coro del “Adiós con el corazón...”.
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Santy San Esteban
Fotos: Luis Moreno