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PERSONAJES EN LA MEMORIA DE
CANICOSA
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JUAN DE MARCOS DOMINGO |
Normalmente, los promotores de las obras retabilísticas en esta
época son las Fábricas Parroquiales, bajo la supervisión del mayordomo
de fábrica, arzobispos y cabildo catedralicio, y las
Cofradías.
Curiosamente, en el caso
del retablo mayor de la Iglesia Parroquial de San Esteban es un
particular quien sufraga los gastos de su construcción.
Juan
de Marcos Domingo, nace en Canicosa el día 20 de octubre de
1683. Es hijo de Juan de Marcos Gil y Micaela Domingo Pérez (casados
el 2-II-1676). Contrajo matrimonio con María Marcos Marcos el 31 de
enero de 1712, con quien tuvo, al menos, un hijo varón: Roque Marcos
Marcos. El día 31 de enero de 1743 contrajo matrimonio con Isabel
Gil Andrés, y el 21 de diciembre de 1750 lo hacía por tercera
vez con Margarita López Covaleda.
Fallecería dos años
después a causa de un accidente sin dejar testamento.
Se hace mención de él en
el Libro de Fábrica en tres ocasiones, pero se desconocen más datos
sobre su persona, ignorándose su dedicación y su hacienda, pues
fallece un año antes de realizarse el Catastro del
Marqués de la Ensenada. Debía ser un hombre de fortuna
para acometer por su cuenta semejante obra por lo que se podría
pensar que se trataba de un carretero de puerto a puerto, o bien,
adinerado por otras cuestiones (¿indias?).
Tampoco existen datos
sobre la obra, como la contratación, los plazos de ejecución, etc.,
en la que deberían figurar varios maestros y gremios, y lo único de
que queda constancia, y que se reseña en la base del Retablo, es la
siguiente inscripción:
"Dios padre Omnipotente, Dios
Hijo Sapientísimo, Dios Espíritu Santo Dulcísimo. Vuestro
siervo Juan de Marcos Domingo os ofrece esta pequeña obra
que hizo con vuestro auxilio para mayor honra vuestra y
exaltación de la Santa Iglesia Católica.
Año de 1746.
Quien a Dios ama y quiere todo lo
puede. Siendo su mujer Isabel Gil. |

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ÁUREA |
La Tia Áurea fue,
durante años, la partera de la Villa. La lejanía de los centros de
salud, aún más en aquellas décadas y como hasta entonces se había
hecho, ocasionaba que las madres afrontaran la maternidad en sus
casas, bajo la supervisión del médico y la siempre atenta asistencia
de Áurea. Nació el 17 de Mayo de 1914 y falleció el día 13 de Mayo
del año 1998. He aquí un homenaje póstumo:
Querida Áurea:
Los españoles somos así: nos decidimos a hacer los
homenajes a nuestros personajes queridos cuando ya no están en este
mundo, como bien tú dirías: "después del burro,. muerto, la cebada
ala rabo."
Haciendo una reflexión sobre ti, Áurea, me sorprenden
las horas y
los paseos que darías en tu solitaria vida recorriendo
cada hogar de Canicosa cada vez que se anunciaba un nacimiento.

Yo, que de pequeña era un correcaminos, te veía salir
tan pronto del Barrio La Virgen, ahora del barrio San Roque o de
alguna calleja del barrio Manzanares. No sólo asistías a los
alumbramientos, sino que también visitabas a los accidentados que
entonces era a menudo, pues el pueblo estaba lleno de vida con todas
las familias enteras. Yo supongo que tus visitas eran para la cura
correspondiente o un poco de soporte sicológico, para tranquilizar a
la familia, quitándole siempre importancia al accidente. También te
recuerdo riñendo siempre, haciéndote "la dura" con el paciente, al
cual le echabas las culpas por su descuido llamándole cabezota.
Cuan agradecidas estarán la inmensa mayoría de las
mujeres de Canicosa a las que asististe en los momentos más
importantes de sus vidas, que sin haber ido a visitas ginecológicas
ni a la clínica, se confiaban a ti con menos reparos y cierta
vergüenza que ante Don Eugenio.
Algunas generaciones comprendidas entre los que ahora
tienen 25 a 30 años hasta los de 55 ó 60, llevamos el mismo corte de
ombligo hecho por ti y que era fácil de reconocerlos por su parecido
cuando nos bañábamos " en El Cubito o El Puente Lavadera al "culo
pajarero».
Al principio subrayo lo de tu "solitaria vida» porque
me hace recordar una conversación que tuvisteis entre mujeres, no sé
si en casa de mi madre o de alguna de mis tías, en la que hiciste un
comentario muy propio de tu personalidad. Decías, más o menos, que
lo único que te apenaba en tu vida era no haber tenido un hijo
propio, que lo que no querías era aguantar un marido. Te adelantaste
a tu tiempo, pues la sociedad en la que te tocó vivir sabías que no
te lo podías permitir y que te lo hubieran echado en cara durante el
resto de tu vida.
.
También debemos agradecer a las "Áureas" esas tardes
en que íbamos los niños y niñas a ver la televisión a su casa, pues
fueron de las primeras en tenerla, llenándoles toda la salita de
barro y tierra, a cambio de qué?
Y como colofón, al llegar las Navidades, volvíamos a
casa de las "Áureas", no para ver la tele, sino para quedamos
boquiabiertos del espectacular belén, que montaban en una
habitación, que a mí se me antojaba grandiosa debido a los espejos
que cubrían la pared. Se multiplicaban los pastores, las ovejas, las
casitas de Jerusalén y los centenares de estrellas que colocaban en
el techo y que yo creía que era un trocito de cielo de verdad, tan
oscuro, tan cuajado...
Cuando al cabo de pocos años se les quemó la casa
y todo su contenido yo no recapacité en que ellas se "quedaban
sin casa y prácticamente en la calle) tan solo me acordé del belén
que se destruyó y que nunca más volveríamos a ver. Suerte que al
poco tiempo apareció Don Braulio por Canicosa y volvimos a
deleitamos con el enorme belén que preparaba en la escuela al que no
le faltaban ni los romanos, ni el castillo de Herodes y sobre todo
un molino que no dejaba de girar y de sacar agua, cosa que no
entendía.
Por tantas y tantas cosas, Áurea, la mayoría
de los habitantes de Canicosa se sentirán solidarios conmigo en este
homenaje póstumo que teníamos que haberte hecho en vida.
Y aprovechando un apunte de Don Braulio te cito el
mensaje de San Agustín a la muerte de su madre:
"No nos entristezcamos por su pérdida sino más bien
agradezcamos haberla tenido en nuestras vidas»
Lourdes Navazo Ayuso
Para "El Pinachón"

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D. SALVADOR DEL ÁLAMO
ARRANZ (1901-2001) |
Nació
el 18 de marzo de 1901 en Cubilla, Soria, municipio cercano al Burgo
de Osma. De formación cristiana y madre maestra, recibió una
esmerada y culta educación. Ingresó en el seminario de Burgo de
Osma, donde fue ordenado sacerdote. Al año siguiente ganó las
oposiciones que le atribuían la Parroquia de San Esteban en
Canicosa, lugar que dependía de la Diócesis del Burgo.
Con veintiocho años se
instaló en La Rectoral, una vieja casona a la vera de la iglesia. Se
le define como: << "dinamita pura": inteligente, activo,
polifacético, generoso, amante de la novedad, de avanzadilla en lo
relativo a la técnica y a la ciencia, cultivador de "hobbies" en la
caza, en las colmenas y en la automoción...>>
Se caracterizó por su
amor al pueblo, del que estudió su historia, su etimología y
topónimos, sometiendo a acaloradas discusiones sus conclusiones y su
visión sobre los problemas cotidianos del lugar. Trabajó por la
defensa de los bienes de la iglesia y por los de la Villa, reactivó
la vida de las Cofradías y las tradiciones religiosas y era, sobre
todo, un enamorado del folclore y el canto coral, de lo que hizo
escuela.
Sirvió de puente para
los jóvenes del pueblo hacia la cultura y las vocaciones religiosas,
de lo que queda muestra en una buena cantidad de vocaciones
sacerdotales y de servicio cristiano. Ejerció su misión sacerdotal
con generosidad y dedicación, asistiendo sacramentalmente a su
feligresía, especialmente a enfermos, personas mayores y desvalidos.
El año de 1978 fue
jubilado y hospedado en la residencia sacerdotal.
Por todo esto, y por 50
años continuados de presencia al frente de la Parroquia, se le
rindió Homenaje el 8 de agosto del año de 1999, nombrándole Hijo
Ilustre de la Villa. Al Acto religioso acudieron el pueblo entero,
el Vicario General de la Diócesis, la Comitiva Consistorial, y los
sacerdotes y religiosos de Canicosa. En la pared de la ermita de la
Vera Cruz se descubrió una placa conmemorativa, dedicatoria del
pueblo de Canicosa en la calle que, desde entonces, lleva su nombre.
Falleció el día 30 de
noviembre de 2001, cumplido el siglo de vida.
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EL TÍO MARIO |
Mario
Ibáñez Marcos, "El curandero de Canicosa", nació el año 1905
en el seno de una familia de once miembros.
A muy temprana edad
-ocho o diez años- fue iniciado por su padre en el oficio del
pastoreo, actividad que llenó a su gusto gran parte de su vida. De
la atención a los animales se desprendió su dedicación al
curanderismo a través de sus propias manos, sanando a los corderos y
chivos que encojaban. Llegó a curar ovejas, cabras, vacas, "... y
miles y miles de personas", como el mismo afirmaba, durante cuarenta
años de desplazamientos continuos a Burgos, a Soria, o atendiendo
visitas. Casó con Rosa Abad de Pedro en 1930, con quien tuvo nueve
hijos.
Entre sus curaciones
existen algunas de extraordinario mérito en casos que a veces superaban las posibilidades de la medicina oficial.
Falleció el 14 de Febrero de 2000.
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JESÚS CÁMARA, EL
MAESTRO |

Llegó a Canicosa, en 1978,
procedente de Neila, donde había trabajado tres años. Y se
instaló con nosotros ejerciendo su vocación de maestro. Nacido
en Hacinas, fue bachiller en Madrid y se graduó en la Escuela
de Magisterio de Burgos, pasando después por Moradillo de Roa
y Regumiel. Ha ejercido treinta y nueve años en nuestra Villa
donde, además de su vertiente docente, ha aportado multitud de
trabajos, estudios e imágenes, que también conforman su
carrera. Durante los últimos trece años, hasta su jubilación,
dirige el Colegio Rural Agrupado Sierra de Pinares, conformado
en Vilviestre desde 1995. Mantiene una relación ambivalente
con Hacinas y Canicosa, de lo que dan testimonio sus puntuales
colaboraciones en publicaciones e iniciativas locales.
En el momento de su
jubilación es homenajeado por vecinos, asociaciones de padres
y jubilados, ayuntamiento y amigos, que agradecen así su
ejemplaridad.
Canicosa.Info/JesusCamara
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PERSONAJES HISTÓRICOS RELACIONADOS |
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FERNÁN GONZÁLEZ |
No se determina la fecha ni el
lugar de nacimiento, aunque sí su procedencia del Linaje de los Lara.
Hijo de Gonzálo Fernández, Conde de Burgos, conde de Arlanza y
del Duero hacia 900, del que heredaría sus títulos tras el apresamiento
y muerte de su hermano Nuño Fernández. Creció en el Castillo de
Lara, construcción del siglo IX. Reunió en su persona los títulos de
conde de Burgos, los de Castilla, de Asturias de Santillana, de Lara, de
Lantarón y de Álava, en 931. En 933 lucha a favor de Ramiro II de
León, en contra del hermano de éste, Alfonso Froilaz. Ramiro II
acude en su ayuda en 933 ante la acometida del califa
Abd-Al-Rahman III,
contra quien vuelve a combatir en alianza con León, Navarra y Zaragoza.
Tras la importante batalla de Simancas (939), toma
Sepúlveda y la repuebla. Emparentó con el rey de Navarra, García
Sánchez I, casándose con su hermana Sancha (más tarde lo
haría con otra hermana, Urraca). Con esto consolidaba sus
extensiones. Cuando Ramiro II entrega las posesiones de Cea y Pisuerga,
recién liberadas, al Conde de Monzón, se revela contra el
rey leonés, por lo que es hecho prisionero durante tres años (944).
El rey lo libera y más tarde
casa a un hijo suyo, Ordoño, con una hija del conde, Urraca,
con lo que se emparenta con Fernán González y lo nombra Conde de
Castilla, titulo que le pertenecerá definitivamente.
Con la muerte de Ramiro II
comienzan las luchas por el trono entre sus hijos Sancho el gordo
y
Ordoño III: En primera instancia; Fernán González apoya al
pretendiente Sancho, pero vencido este, jura ante Ordoño III que
repudia, no obstante, a la hija del conde, Urraca, bajo la alegación de
que era infecunda. Ordoño III muere en Zamora repentinamente y el conde
casa a su hija Urraca con el hijo de Alfonso IV el Monje,
Ordoño IV. Dirige después una rebelión de magnates (958) contra
Sancho I, que había recuperado el trono, y consigue que éste se refugie
en Navarra junto a su abuela Toda Aznárez, y que el reino pase a
su yerno Ordoño IV. Sancho I, después de una cura
de adelgazamiento se alía con Abd-Al-Rahmán III, y con el
apoyo de García Sánchez I de Navarra recupera el trono, cayendo
prisionero Fernán González a manos de los navarros en la batalla de
San Andrés de Cirueña (960).
Al-Hakam II, hijo y
sucesor de Abd-Al-Rahman III, exige al Conde prisionero, pero
García Sánchez I lo libera a cambio de posesiones castellanas. El califa
reclama también el pacto por la ayuda a Sancho I, lo que el rey
incumple, con lo que entran en guerra de nuevo, esta vez aliado León con
navarros, castellanos y catalanes, que son sucesivamente derrotados,
perdiendo Castilla Atienza y San Esteban de Gormaz, y que pasan a
manos de Al-Hakam II. Fernán González solicita del califa cordobés una
tregua en 966, que duraría hasta su muerte, en 970.
La repoblaciones de las
tierras de Segovia, tras la liberación de Sepúlveda en 933, podría ser
el destino de pobladores del Álfoz de Lara, al que pertenecía la Villa
de Canicosa, marcado por Fernán González. Esto confirmaría la fundación
del lugar de Cannicosa (Cañicosa), a unos veinticinco kilómetros de
Sepúlveda, hoy Cabeza de Partido.
Romance de Fernán González

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EL CID CAMPEADOR |
Rodrigo
Díaz,
nació en la aldea de Vivar, a siete kilómetros de la capital burgalesa, en
1043. Era hijo de Diego Láinez y de una hija de Rodrigo
Álvarez. Era descendiente por vía paterna de Laín Calvo, uno
de los
jueces de Castilla. Se quedó huérfano de padre a los quince años y se
crío junto a Sancho, hijo del rey Fernando I de Castilla,
con quien trabó amistad. Estudió derecho castellano.
Luchó junto a Sancho en batallas
importantes como en Zaragoza, Coimbra y Zamora, entre 1063 y 1072, y fue
nombrado Álferez real y "príncipe de las huestes" en 1065,
fecha de coronación de Sancho II.
Hacia 1066 ganó su título de
Campeador -campidoctor- al vencer al álferez de Navarra,
Jiménez Garcés, en combate singular por la posesión de unas
fortalezas fronterizas.
Acompañó a Sancho II en los
sucesivos enfrentamientos, por la herencia del Rey Fernando I, entre
aquél y sus hermanos, Alfonso de León y García de Galicia.
Alfonso fue derrotado en las batallas de Llantada (1068) y
Golpejera (1072) por lo que se exilió en Toledo, territorio musulmán.
Sancho se enfrentó a Urraca, su hermana, cercando Zamora, donde
cayó asesinado por el noble leonés Vellido Dolfos, siendo
coronado con ello Alfonso VI como rey de Castilla y León.
Tras la jura de Santa Gadea
pierde su cargo de älferez real, que pasa a manos de García Ordóñez,
conde de Nájera. El rey le ofrece la mano de su sobrina, Jimena,
hija del conde de Oviedo, con quien contrae matrimonio en julio de 1074.
En 1079 es enviado a Sevilla
para cobrar los tributos musulmanes al rey castellano, pero es atacado
por el rey de Granada y el propio García Ordóñez. Sale victorioso, pero
traicionado por García Ordóñez y Pedro Ansúrez, es desterrado por orden
del rey en 1081.
Centra en Zaragoza su radio de
acción al no aceptar los condes de Barcelona su ofrecimiento, y
resolviendo ayudar a Al-Muqtadir, rey de Zaragoza y tributario de
Castilla. Vence en Almenar a Berenguer Ramon II en 1082, y cerca
de Morella a Sancho Ramírez de Aragón y a al-Mundir, hermano de al-Muqtadir
y soberano de Lérida, Tortosa y Denia, en 1084.
Tras la derrota de Alfonso VI en
Sagrajas (1086) frente al ejército almorávide de Yusuf, éste
vuelve a contar con los servicios del Campeador, que somete los taifas
de
Albarracín y Alpuente (1087-1089) y protege a Al-Qadir frente a
las acometidas de Berenguer Ramón II y Al-Mundir sobre Valencia.
Pero al llegar tarde a la cita
con las tropas de Alfonso VI en el sitio de Aledo (Murcia), el rey le
envía de nuevo al destierro en 1089.
Regresa a Valencia, donde volvió
a vencer a Berenguer Ramón II en Tébar, en auxilio de Al-Qadir, en 1090.
En 1093, matan a su protegido y
es tomada la ciudad de Valencia por Ben Yehhaf. El Cid procede al asedio
y entra triunfal diecinueve meses después. El Cid se instala en Valencia
a la que dota de nuevos estatutos, emite moneda y reactiva su vida
cultural.
Se alía después con Ramón
Berenguer II de Barcelona -al que casa con una hija suya, María-,
y con Pedro I de Aragón, con quienes garantiza la defensa de Valencia
frente a los almorávides. A su otra hija Cristina, la casa con
Ramiro, el infante de Navarra, y su único hijo, Diego, cae
muerto en la derrota del rey Alfonso en Consuegra, en el año de
1097.
El Cid muere en Valencia el 10
de julio de 1099, y su mujer Jimena, defiende junto a su yerno Ramón
Berenguer IV la ciudad hasta que, por orden de Alfonso VI, es
abandonada en manos almorávides en 1101.
Parece evidente que
Canicosa formaba parte de la frontera con los invasores moros en estos
momentos históricos, y existe la memoria lugareña del paso de las
huestes del Cid por el valle, camino de Zaragoza. No nos consta si fue
en su Camino del Destierro, o en alguna de sus campañas.
Cantar de Mío Cid

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EL CURA MERINO
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Nació en Villoviado (Burgos) en
1769. Estudio su carrera eclesiástica y ejerció como párroco en su pueblo
natal. Con la invasión francesa fue, al parecer, sometido a vejación y
arresto por parte del ejército francés, algo que lo determinó en favor de
la resistencia armada. Formó una partida junto a su sobrino y unos pocos
paisanos, a la que más tarde se agregarían voluntarios de Lerma, Aranda y
Roa. Sus acciones lo pusieron en el punto de mira de los invasores que
llegaron a disponer 20.000 hombres para su captura, al mando del general
Roquet.
Atacó en
Quintanar del Puente a un gran convoy destinado a Ciudad Real, cayendo
todo en su poder y distribuyendo entre sus campesinos los caballos de tiro
(Por este hecho fue nombrado Coronel). Furiosos, los Generales
Roquet y Kellerman se lanzaron en su captura; Merino subdividió la
partida, se refugió en la sierra de Quintanar; no pudiendo destruir al
hábil guerrillero, se retiraron, y el famoso cura salió de nuevo a
campaña con 400 guerrilleros. Sabedor que un Coronel se dirigía a Ontoria
con numerosas fuerzas, le salió al paso en Barbadillo; adentrados los
dragones en un bosque, ordenó derribar pinos, ya cortados de antemano, a
su retaguardia, y atacó con tal denuedo a los franceses, que sólo
escaparon con vida 20 de ellos (Por lo que fue ascendido a Brigadier).
Posteriormente se
apoderó de otro convoy, custodiado por 1.000 hombres. Aprisionó a un
Batallón de polacos.
Acabada la
guerra volvió a su pueblo natal y Fernando VII le ofreció con una canonjía
en Palencia, que tuvo que abandonar por desavenencias con sus compañeros.
Apoyó después el Absolutismo frente al trienio Liberal (1820-1823),
luchando como avanzadilla de los Cien Mil Hijos de San Luis. En
premio de sus numerosas victorias, había sido nombrado Gobernador militar
de Burgos, cargo que desempeñó hasta 1824.
Fue significativa su relación
con Juan Martín El Empecinado, en la que pasó a ser, de un
compañero de armas, liberando Roa de los franceses, a un enemigo personal,
al mantener aquél su espíritu liberal-constitucional frente al absolutismo
del borbón.
Tras la
muerte de Fernando VII se afilió al carlismo participando en los
sitios de Morella y Bilbao. Se hizo fuerte en tierras sorianas (?). Tras
el Convenio
de Vergara, se exilió a Francia, donde murió en Alençon
en 1844.
En el lugar de Canicosa
existe la tradición de que se ubicó un campamento del cura Merino, sin
saber exactamente su emplazamiento, aunque se supone en las proximidades
de la ermita de Sta. Lucía. Tampoco tenemos constancia del momento exacto
en la vida del guerrillero, aunque se podría pensar que estaría
relacionado con las escaramuzas de acoso a las fuerzas del Empecinado a
quien llegó a enfrentarse en las proximidades de Palacios de la Sierra.

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