EXCAVACIONES EN REVENGA

 

Durante dos breves períodos del mes de agosto, años 2014 y 2015, la Universidad de Barcelona ha realizado varias catas que evidencian una densa población. Nos remitimos a la prensa y quedamos a la espera del informe completo y futuras intervenciones.

 

                                

TRABAJOS ARQUEOLÓGICOS EN EL

ASENTAMIENTO RURAL DE REVENGA

Durante la primera quincena del mes de agosto se retoman los trabajos arqueológicos en el asentamiento rural de Revenga.Estas labores se llevan a cabo por los miembros del Grupo de investigación de arqueología medieval y postmedieval de la Universidad de Barcelona GRAMP-UB, bajo la dirección de la prof. M.D. López, y gracias al apoyo del Comunero de Revenga, Diputación de Burgos y la Junta de Castilla y León. Estos trabajos se enmarcan entre los objetivos científicos del proyecto I+D del Ministerio de Economía y Competitividad titulado, "La formación del paisaje medieval: el origen de la red aldeana en el Alto Arlanza" [HAR2012-33673].

 

La finalidad de este proyecto es estudiar la formación del paisaje medieval en un ámbito microregional, sobre un territorio que ofrece condiciones favorables, desde una perspectiva interdisciplinar y comparada, privilegiando para ello los resultados ofrecidos por el análisis arqueológico. A pesar de los inconvenientes, es necesario responder, en virtud de los elementos conocidos y de los datos proporcionados por la prospección y el análisis del territorio, a la pregunta de cuál puede ser, al día de hoy, la interpretación de los testimonios arqueológicos conocidos. El estudio de los yacimientos del Alto Arlanza debe partir de un registro arqueológico sobre los asentamientos más emblemáticos del territorio, de los que hasta la actualidad solo conocemos sus vestigios funerarios y desconocemos la composición de estas comunidades rurales.

 

Estos problemas son extensibles al estudio de las comunidades altomedievales en sectores de la geografía peninsular. Los escasos restos materiales y la precariedad de las estructuras domésticas de estos asentamientos complican particularmente su identificación y estudio. Las huellas, que son por lo general demasiado tenues, responden con frecuencia a elementos negativos, como postes, zanjas y rebajes de cimentación, ofertando ocasionalmente fondos de cabana o silos. La utilización del subsuelo rocoso para el asiento de las construcciones, la ausencia de suelos de utilización, el uso preferente de la tierra, el barro y la madera, que se disponen, en ocasiones, sobre zócalos de piedra, plantean, junto a un registro desigual y poco representativo, un cúmulo de problemas que han hecho de estos testimonios algo intangible a partir de las estrategias de actuación arqueológica tradicionales.

 

La hipótesis de partida de este proyecto de investigación se sustenta en la presencia de este conjunto de asentamientos altomedievales que se distribuyen por el territorio en estudio. Es preciso elaborar un registro arqueológico completo de estas evidencias, a fin de contribuir a la construcción de una interpretación consistente de un modelo de poblamiento altomedieval que se desarrolla al norte del Duero.

 

Los yacimientos del Alto Arlanza y, particularmente, sus necrópolis medievales constituyen una mención necesaria en la bibliografía española a la hora de afrontar una visión de síntesis sobre las prácticas funerarias medievales.

 

Entre los objetivos previsto en el proyecto HAR2012-33673 se encuentran el estudio arqueológico del yacimiento de Revenga, afrontando definitivamente las estructuras rurales de estos asentamientos altomedievales.

 

 

Dra. Karen Alvaro Rueda

Grupo de Investigación en Arqueología Medieval y Postmedieval. GRAMP-UB

Facultad de Geografía e Historia - Univesitat de Barcelona

 

 

 

Revista Pinachón-Canicosa

Agosto 2015

 

 

 

Necrópolis de Revenga

Investigan cómo y dónde vivían los antiguos pobladores del Alto Arlanza

B. Antón / Quintanar - sábado, 9 de agosto de 2014

 

"El trabajo de campo del equipo científico de la Universidad de Barcelona cuenta con la colaboración del Ministerio de Economía, la Junta, el Comunero de Revenga y la Diputación

 

 

Conocer cómo y de qué forma vivían las unidades familiares que poblaron la zona del Alto Arlanza, qué tipo de gestión aplicaban a sus espacios residenciales y qué patrones de explotación desarrollaban sobre el territorio circundante son los objetivos del proyecto de investigación que arrancó hace unos días en el entorno de la necrópolis de Revenga y que se extenderá hasta el día 14.


A través de lo que allí se observe durante estos días, el equipo de investigación que traba sobre el terreno pretende poder definir la secuencia temporal de estos asentamientos y analizar la composición de sus estructuras domésticas, resolviendo las múltiples incógnitas que todavía hoy plantean estos testimonios.


Titulado ‘La formación del paisaje medieval: el origen de la red aldeana en el alto Arlanza’, este proyecto está liderado por el Grupo de Investigación en Arqueología Medieval y Postmedieval de la Universidad de Barcelona y cuenta con la colaboración del Ministerio de Economía y Competitividad, la Junta de Castilla y León, el Comunero de Revenga y la Diputación Provincial de Burgos. Además, tendrá continuidad durante el verano del 2015, ya que cuenta con dos anualidades.


Como ocurre en otros lugares, en Revenga, los problemas de visibilidad que plantean los testimonios materiales de estos asentamientos han provocado que el análisis arqueológico tradicional se haya focalizado en el estudio exclusivo de los elementos funerarios, por lo que se dispone de un registro parcial y deficitario de las evidencias aldeanas.

Primeros trabajos

 

La hipótesis de partida de este proyecto de investigación se sustenta en la presencia de este conjunto de asentamientos altomedievales que se distribuyen por el territorio en estudio, por ello es preciso elaborar un registro arqueológico completo de estas evidencias, a fin de contribuir a la construcción de una interpretación consistente de un modelo de poblamiento altomedieval que se desarrolla al norte del Duero.
Los primeros trabajos de investigación realizados en el trienio 1995-1998 se dirigieron a documentar de forma exhaustiva los grandes conjuntos funerarios de Cuyacabras, Revenga y Regumiel de la Sierra. Nuevas planimetrías y una completa documentación gráfica ampliaron en el caudal de datos sobre los testimonios funerarios aportados por el profesor Del Castillo.

Puesta en valor

 

La etapa 2000-2004 estuvo dirigida a la adecuación y puesta en valor de los algunos yacimientos como Cuyacabras, Cueva Andrés, La Cerca y Revenga. A través de tres convenios firmados entre los ayuntamientos implicados y la Universidad de Barcelona, financiados por la Junta de Castilla y León, se ha impulsado la revalorización adoptando las medidas para convertirlos en yacimientos visitables. La limpieza, vallado y la señalización han contribuido a aproximar estos testimonios arqueológicos hacia el público en general. Paralelamente, se ha trabajado y se trabaja en la presentación de unas monografías didácticas sobre estos enclaves. Ahora, las investigaciones científicas se centrarán en revelar dónde y cómo vivían aquellos pobladores cuyas tumbas ya han sido estudiadas en numerosas ocasiones y puestas en valor.

 

Durante esta primera semana, los arqueólogos han procedido a limpiar la zona del yacimiento de Revenga. Azúa

 

 

 

Excavaciones en el Comunero

Revenga estaba habitado ya en el siglo VII y densamente poblado

Belén Antón / Revenga - jueves, 13 de agosto de 2015

 

"Las conclusiones de la campaña de excavación de este año adelantan en 200 años la vida en el entorno del Comunero, donde se han hallado estructuras de casas con varias estancias

 

Un grupo de trabajo dirigido por María Dolores López y Karen Álvaro, del Departamento de Historia Medieval, Paleografía y Diplomática de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Barcelona, protagonizó el año pasado una campaña de excavaciones en el entorno de la necrópolis de Revenga que formaba parte de un proyecto del Ministerio de Economía y Competitividad y que incluía una extensión durante este verano, que concluyó ayer con la exposición de unos impresionantes resultados.


Si las conclusiones del trabajo del año pasado determinaban que en el entorno de la necrópolis existió un poblado amplio, las de este año vienen a confirmar que la zona estaba densamente habitada ya en el siglo VII, incluso puede que antes, lo que adelanta en dos siglos la presencia de personas en este paraje. «Empezamos a estar bastante seguros de que como mínimo en el siglo VII estaba habitado, y siempre se había pensado que era sobre el IX o el X», explica Karen Álvaro.


Las restos de cerámicas halladas durante la presente campaña, que arrancó el día 2 y se extendió hasta ayer, han permitido confirmar este dato. «La cerámica es uno de los elementos que ayuda a fijar la cronología con exactitud, y las que hemos encontrado nos han permitido poner fecha y poder afirmar que en el siglo VII ya vivían personas aquí. Estos resultados modifican lo que se venía pensando hasta ahora, ya que la comunidad que habitaba en Revenga es más antigua de lo que se pensaba», detalla.


El trabajo durante estas semanas se ha centrado en tres espacios diferentes muy cerca de la necrópolis y que suponen una superficie de trabajo de unos 200 metros cuadrados. Se ha abierto el mismo espacio en el que se trabajó el año pasado, al este del enterramiento, y dos nuevos al norte. Mientras que el del año pasado y uno del norte muestran huellas en la rocas que determinan que allí se habían colocado postes y que van a permitir estudiar las dimensiones de las casas, que ya presentaban distintas estancias, en otro de ellos han aparecido restos de muros. «Hemos encontrado partes de estructuras, dos hileras. Algo muy interesante porque determina que vivían en casas distribuidas, con distintas estancias, como mínimo para dormir y para cocinar. De momento hemos encontrado una esquina, no toda la casa».


Este tipo de viviendas, colocadas sobre la roca y muy próxima a los enterramientos, ya que estos pobladores vivían muy cerca de los muertos, eran, según los investigadores, fundamentalmente de madera y también con parte de piedra. «El poblado es enorme y tenemos muchas huellas que nos van a permitir poder contar cómo eran las dimensiones de sus casas. Es muy importante poder conocer como vivían», comenta Karen Álvaro. «Era una comunidad que vivía relativamente bien. Se dedicaban a la ganadería y se aprovechaban de la riqueza del bosque. No sabemos cómo estaban organizados, pero eran locales, no eran romanos ni visigodos».


Destaca la riqueza de este yacimiento y confía en poder seguir investigando sobre él ya que la cantidad de información que están obteniendo es enorme. «Está dando respuestas a muchas preguntas que teníamos, y el trabajo está resultando apasionante porque muestra una evolución, es decir, hemos encontrado pruebas que muestran que en el siglo VII vivían personas, pero también en el X y el XI, por lo que fue habitado por varias generaciones de locales», afirma la investigadora, que asegura que es el primer yacimiento de estas características que se ha abierto en España.


En cuanto al futuro del yacimiento, desde el equipo de investigación confían en que las administraciones sean responsables, se den cuenta de su importancia y ofrezcan los medios para seguir excavando, y por lo tanto, para seguir obteniendo información sobre las comunidades que habitaron este entorno, su origen y su forma de vida. Además, se encuentran a la espera de la resolución de un proyecto solicitado a Europa a través del plan Horizon 2020 para poder seguir investigando, pero sobre todo para poner en valor lo descubierto, revitalizarlo y llenar de contenido la Casa de la Madera.


El equipo que está trabajando en esta investigación presentó ayer por la tarde en la Casa de la Madera del Comunero de Revenga ante el público algunas de las conclusiones de la investigación, mostrando plantas preliminares de las casas, parte del material encontrado y enmarcando lo descubierto dentro del discurso histórico. Al trabajo de campo de estos días le sigue un intenso trabajo posterior de análisis de lo descubierto.

 

Los investigadores trabajan en un proyecto del Ministerio de Economía y Competitividad, que comenzó el año pasado.

Grupo de investigación