MANIFESTACIÓN EN MADRID DEL 31 DE
MARZO
JESÚS CÁMARA OLALLA
Tres autobuses con viajeros de
Quintanar, Canicosa, Vilviestre, Neila, Palacios, Castrillo y Salas
partieron en procesión hacia Madrid el día 31 de marzo para la
manifestación de la “España Vaciada”. La mitad de la veintena de viajeros
que subieron en Canicosa de la Sierra eran jóvenes. El punto de salida de
la manifestación en Madrid fue la plaza de Colón, frente a la Biblioteca
Nacional. Allí nos encontramos con paisanos “desertores· del mundo
rural” en busca de nuevas oportunidades y de un nuevo estilo de vida.
Unos y otros nos agregamos en torno a la pancarta de la asociación
Repuebla. Todo era alboroto, bullicio, ruidos, sones de dulzainas,
redobles de tamboriles, globos, pegatinas… Las plataformas “Soria ya” y
“Teruel existe” estaban muy organizadas. La protesta arrancó con dos
pancartas de cabecera con los lemas 'Revuelta de la España Vaciada'
y 'Ser pocos no resta derechos'. La manifestación congregó a 50.000
personas y discurrió bajo una fina lluvia. En la plaza Neptuno confluyeron
las 94 plataformas en representación de 24 provincias. Los periodistas
Manuel Campo Vidal y Paloma Zuriaga leyeron un manifiesto donde expresaron
que atender los problemas de la España vaciada es “un asunto de
Justicia” e “imprescindible para el equilibrio territorial, social
y económico”.
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Canicosos
participantes en la manifestación.
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Fue una llamada a la conciencia
nacional y europea para reivindicar unos servicios públicos de calidad y
la garantía de empleos dignos en estas zonas despobladas. Si no se toman
medidas en 20 años, de los 4000 pueblos con menos de 1.000 habitantes,
1.840 han ido calificado como “espacios rurales en riesgo de
despoblación irreversible”. Se trata del territorio con la tasa más
alta de envejecimiento, el más deshabitado y también el más
desestructurado de toda la Unión Europea.
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Pancarta
de cabeza en la manifestación.
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Grupo de jóvenes canicosos en la
manifestación. |
LA DESPOBLACIÓN
Es el problema más grave de Europa.
Muere más gente de la que nace y produce un desequilibrio entre el mudo
rural y el urbano. Castilla-León se ha convertido en el asilo de Europa
pues acapara el mayor porcentaje de la llamada ‘cuarta edad’ o población
de más de 80 años. El diagnóstico sobre la comunidad autónoma resulta
preocupante: declive demográfico, sobreenvejecimiento y baja densidad de
población. No se trata solo de un mal castellano y español. Está
ocurriendo a nivel global también en China, por ejemplo, y Japón.
Despoblación y envejecimiento son las
dos caras de un mismo problema. Se marcha la gente ya que quiere vivir
donde hay trabajo y de un lugar con infraestructuras dignas y servicios
adecuados.
El Secretario de Estado burgalés de
Seguridad Social, Octavio Granado, ha subrayado que en los últimos años
Castilla y León ha perdido «la guerra contra la despoblación» y que
la Junta de Castilla y León ha tenido «un éxito negativo» por haber
hecho que las personas cuando acaban su formación emigren.
Los políticos hacen campañas
electorales para las ciudades. El aspirante a la alcaldía de Burgos por
Ciudadanos, Vicente Marañón, anunciaba que si su partido alcanzaba la
alcaldía este año 2019 el baremo para valorar sus buenas políticas sería
“si en el año 2030 Burgos [ciudad] alcanzaba los 200.000
habitantes”. ¿A costa de la inmigración procedente de los pueblos?
Además de la despoblación por
envejecimiento se produce también el éxodo rural. La dicotomía mundo
urbano – mundo rural se ha convertido en una fuente más de desigualdades.
Veamos la evolución de la Burgos-ciudad y de Canicosa de la Sierra.
Años |
1860 |
1930 |
1940 |
1950 |
1960 |
1991 |
2001 |
2011 |
2018 |
Población de BURGOS |
25.721 |
40.061 |
60.425 |
74.063 |
82.177 |
169.111 |
166.251 |
179.251 |
175.921 |
Población de
CANICOSA |
759 |
799 |
874 |
980 |
1.062 |
658 |
588 |
549 |
470 |
Cuatro son las razones principales de
la despoblación: envejecimiento de la población, las pocas oportunidades
de trabajo para los jóvenes, una inversión desigual tanto en
infraestructuras como en promoción urbana en detrimento de lo rural y el
déficit en lo relativo a la sanidad, educación, ocio, cultura.
EL PUEBLO
El fantasma de la despoblación se
enseñorea por las calles de los pueblos. Se va la élite, y también la no
élite, y no vienen a sustituirla. ¿Quiénes se quedan? Ahora que se tienen
todas las necesidades básicas, faltan nacimientos... ¿Por qué los jóvenes
no se quedan? La respuesta es clara: no lo hacen por falta de empleo que
les permita hacer un proyecto de vida familiar. El Gran Trauma, como
llama Enrique del Molino en el libro “La España vacía”, fue la gran
migración que en muy pocos años dejó vacíos pueblos y campos para
multiplicar la población de las grandes ciudades. El grupo de las mujeres
y de jóvenes fue el grupo de población que primero se fue del pueblo. Sin
este no hay ni futuro ni natalidad. Los pueblos fantasmean y
agonizan lentamente con la muerte de sus habitantes muy mayores.
Canicosa no ha sido ajena a la
despoblación, que es pérdida es capital humano.
La universalización de las pensiones lo ha
convertido en un lugar de retiro para las personas mayores arraigadas a la
tierra. Pueden satisfacer sus necesidades básicas. Por el momento, se
tiene asegurado el pan, la carne, la fruta, la farmacia… Nos quejamos
porque en invierno solo abre un bar… De tener un bar al menos presumiremos
dentro de 10 años. ¡Todavía tenemos escuela! ¿Y servicios? Ayuntamiento y
aguacil, consultorio médico de lunes a viernes, una oficina bancaria que
abre un día a la semana, un supermercado, panadería… Los cuatro
matrimonios mayores rondan los noventa años y el más joven los 32. Los
jubilados tienen pocas necesidades aparte de las vitales: hablar un rato
por la mañana, echar la partida de cartas si se puede, realizar las faenas
de la vivienda… Lo más importante para ellos es su estado de salud.
Escucho a uno de ellos que el hijo no va a venir el fin de semana. Remata:
¡Ni falta que hace! ¡Qué tristeza se refleja en sus ojos! Los matrimonios
mayores viven en el pueblo hasta que se convierten en “dependientes”.
Cuando a uno de la pareja se le quiebra la salud… muchas veces les induce
a dejar el pueblo e irse a la casa de los hijos, en el mejor de los casos.
Una mujer con 90 años con mucha resiliencia o capacidad de adaptación
frente a situaciones adversas decía hace poco: «El próximo invierno no
lo paso en Canicosa». ¿Estaba pensando en morir? No.
Otra baja al cementerio a contar a su
marido difunto las dificultades diarias. ¿Y los jóvenes que aguantan en
los pueblos se convierten en héroes por el mero hecho de vivir fuera de
las ciudades?
Los ingresos del Estado al ayuntamiento
están directamente vinculados a la población. Por causa de la despoblación
está recibiendo una cantidad de dinero significativamente inferior a la
que recibiría de haber conseguido mantener su población en los últimos
años. El pueblo se opone a perder esa administración ya que sin ella
pierde capacidad de decisión.
POLÍTICA
Según el artículo 83 del estatuto de
autonomía de comunidad autónoma, Castilla y León dispondrá de los recursos
suficientes para atender de forma estable y permanente la gestión y el
desarrollo de sus competencias. Además debe velar para que, en los
términos de los artículos 138 y 139 de la Constitución Española, el estado
garantice la realización efectiva de los principios de igualdad y
solidaridad y el equilibrio económico de las diversas comunidades
autónomas. El gobierno de Castilla y León viene exigiendo desde los
inicios de la autonomía que la despoblación cuente como factor añadido a
la financiación autonómica. La Unión Europea estableció en 1994 el término
de “Región Escasamente Poblada” para aquellas regiones con una
densidad de población de 8 habitantes o menos por km2.
Cifra extrema, pues menos de 10 hab/km2 se considera
“desierto demográfico” en geografía humana. Una “Región Escasamente
Poblada” lo puede ser por causas estructurales climáticas, como
Laponia, por lo que recibe ayudas especiales, o por un proceso de
despoblación extrema como la
Serranía Celtibérica[1],
a la que pertenecemos, y que está esperando su reconocimiento por la Unión
Europea. La Comisión Europea acaba de anunciar que rechaza la petición de
Teruel, Soria y Cuenca de convertirse en receptoras de los fondos europeos
contra la despoblación. La exclusión se hace extensiva al reparto de los
fondos estructurales hasta 2020.
Soluciones
fáciles para atajar la despoblación las encontramos a nivel de calle. Una,
dar una paga a todos los que vayan a vivir al pueblo. Así se colonizarían
por gente de fuera… ¿Y quién pone la pasta? Dos, obligar a
permanecer en los pueblos; algo que no se puede dictar por decreto. Tres,…
Los políticos, para fomentar el
asentamiento de la población y atraer a repobladores, dicen que se tiene
que actuar en seis ámbitos fundamentales.
1º Crear economías diversificadas, con
empleo de calidad, algo que facilita Internet y el teletrabajo.
2º Dotar con buenos servicios
esenciales a los municipios del medio rural y facilitar el acceso a los
mismos con idéntica calidad con la que disfrutan los vecinos de las zonas
urbanas.
3º Facilitar en las áreas rurales suelo
industrial para favorecer el empleo y la inversión.
4º Ofertar una cualificación y
capacitación profesional adecuada al entorno rural.
5º Contar con buenas comunicaciones y
con una conectividad total de banda ancha de Internet.
6º Una buena fiscalidad que proponga
una discriminación positiva y deducciones fiscales en el medio rural en
ámbitos como la vivienda, las deducciones para favorecer a los jóvenes en
el emprendimiento o la instalación de empresas y la reducción de IRPF en
localidades de menos de 5000 habitantes o rebaja de cargas fiscales.
Ninguno de los “intelectuales
ideólogos” de estas actuaciones contra la despoblación vive en el
mundo rural y llama la atención que en las pasadas elecciones los
principales líderes políticos no habían ido a 21 provincias de la España
Vacía. Como la población rural es minoritaria no genera votos para sus
escaños.
La España Vacía, una cuestión de
estado que no puede esperar. Si realmente se quiere abordar y aliviar este
problema, tiene que haber un pacto de Estado como el de las pensiones de
Toledo. Y, como tal, debe tener un desarrollo lógico, que contemple la
solidaridad interterritorial que consagra la Constitución y con una
dotación financiera como pilar básico.
EPÍLOGO
A la vuelta de la manifestación de
Madrid, al pasar por Huerta de Rey mi vista se fijó en la empresa
Ribpellet que producirá 40.000 toneladas anuales de pellet
y la empresa Ribsa, que permitirá la creación de 30 puestos
de trabajo entre las dos empresas. Fábricas como estas que se instalan en
un pueblo son regalo divino y alivian la despoblación. Ayudan a crear un
pequeño oasis en el desierto.
Me surgen numerosas preguntas.
¿Se puede parar la tendencia migratoria de los pueblos llenando el campo
de fábricas? ¿Se va a montar una fábrica en cada uno de los mil doscientos
pueblos que tiene la provincia de Burgos cuando estas buscan lugares
estratégicos de comunicación? ¿Habrá fiscalidad reducida?
¿Se seguirán
financiando las infraestructuras donde se acunan votos y se ganan
elecciones? ¿Las generaciones jóvenes quieren vivir en su tierra natal?
Las respuestas a las mismas me producen insomnio y cefalalgias.
Tengo el ibuprofeno a pie de la cama.
La Canicosa que vislumbro para el año
2050 cuando esté convertido en ceniza: Dos o tres ganaderos, otros
tantos que trabajen en montes, una industria de la madera con 10 obreros,
la residencia de ancianos con 15 trabajadores, dos o tres beneficiarios
del turismo rural, autónomos de la construcción, un ayuntamiento
anexionado a otro pero con oficina en el casco urbano, un colegio y un
instituto en Quintanar, un bar, ¿oficina bancaria?… Nunca se me han
dado bien las profecías y a veces se produce algún milagro. Descarto un
pueblo cerrado en invierno con barreras de piedras en las carreteras
impidiendo la entrada de vehículos como he visto en un pueblo abulense
semiabandonado.
No hay ninguna actuación clara sobre
despoblación. Esto no hay quien lo resuelva. Parece difícil que nuestros
pueblos vuelvan a ser los que fueran. Se convertirán en pueblos de fines
de semana, navidad, semana santa y verano. La despoblación es
irreversible. Tendría que pasar una hecatombe en las ciudades para que la
gente que marchó, o sus descendientes, volvieran a repoblar los pueblos.
Y cuando se acerca el fin del verano,
como contaba satíricamente el periódico leonés La Nueva Crónica, la
población del medio rural está asustada, atemorizada.
*Con
él se van los veraneantes, los hijos del pueblo y "toda esa gente tan
lista que en estos meses nos dice cómo tenemos que revocar la fachada, lo
que tenemos que hacer con las fincas para que nos den más por ellas o cómo
tenemos que picar la leña para el invierno"...
Ante el miedo generalizado por la falta de vecinos tan capacitados...
[...] los que resisten durante todo el año en el pueblo y lo cuidan para
cuando llegan quienes realmente comprenden la naturaleza se han visto
obligados a trasladar sus temores a los gestores de la cosa pública, que
ya preparan un plan de choque. La idea es contratar a "los de la capi", a
los cuñados y a otros "ingenieros" para que vayan al menos los domingos a
comer y puedan dar su opinión a todos esos buenos vecinos que tanto se la
piden y tanto la necesitan*.[2]
Remato yo. Dicen algunos de estos
últimos: “Como en Quintanar hay de todo… me voy a comprar
allí”. A lo que añadiremos otros: ¡Así ayudáis al pueblo,
que nos quedamos sin tiendas!
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MIRANTES, David L. Pánico en el medio rural ante el fin
del verano y la marcha de los hijos del pueblo y los veraneantes.
Aparecido el 29/08/2017.
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